Cuando Dios te creó, dijo "Creemos al hombre a nuestra imagen y semejanza". Eso nos hace iguales a él, físicamente; porque si vemos bien debemos estar en un cuerpo glorioso para poder verlo frente a frente. Parto de aquí para decirte que nos creó a todos con un propósito, el cual no hemos realizado aún. ¿Pero que diferencia tiene el que nos creara y ser libres? tanto como para darnos libre albedrío y que fuéramos nosotros quien escogiéramos la eternidad junto a él o una condenación para siempre.
¿Cuando soy libre?
Eres una persona libre el día en que decides creer en Dios, y creer en todo lo que puede hacer en tu vida. Muchos pensamos y actuamos conforme a nuestra voluntad, encerrándonos en nuestro cuerpo, haciéndonos presos de nuestras acciones. Pero nunca llegamos a preguntarle en verdad que quiso el para nosotros. Dios permite que pasemos por situaciones para después glorificarse y decirnos: "¿Si ves? Nunca has estado preso."
Él, en su gran misericordia nos habla y muestra que debemos siempre hacer su voluntad para tener la libertad que deseamos, y cuando inicias esa etapa, observas lo que dejaste de hacer por no seguir su voz y es allí donde quieres retomar lo que habías dejado tirado, pero Dios, te repito una vez más tiene amor para con nosotros que nos deja ser "Libre en las alturas" para que seamos uno solo con él.
Quiero iniciar este articulo con el versículo de Filipenses 2:2 "Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa"
En donde estés tendrás pruebas, tristemente unas más duras que otras, de esos momentos en donde no quieres hablar con nadie; quieres estar a solas contigo mismo y solo deseas ser la única persona en el universo, que nadie te moleste y que no te hablen, solo deseas escuchar el sonido de tu llanto y ver las lagrimas recorrer tu rostro cayendo y teniendo un rompimiento con el suelo. Observas muy de cerca porque estás allí, justo arrodillado pidiendo no haber pasado nunca esa prueba. En esos momentos me encuentro yo.
Observo desierto a donde pongo mi mirada, ¿por qué? grito al cielo. Sabiendo que todo pasa por un propósito y aún me encuentro con mi llanto.
Hoy Dios me habló y pude comprender porque estoy en el desierto, porque estoy en esa prueba. ¿Por qué yo?¿Por qué yo? (Le cuestioné llorando) y él con su dulce presencia me abrazó y me habló:
-"Mi hijo, mi bebé, te he traído a este lugar porque vi que necesitabas de mí. Y aquí estamos solos. Tu y yo"
Allí comprendí que en el desierto, no encuentro nada y es cuando me veo incompleto y sé que Jesús es el único que puede llenar y renovar mis fuerzas. Así como lo hicieron aquella vez los israelitas, que pasaron mucho tiempo hasta que fueron pulidos para llegar a la tierra prometida; de esa forma Dios desea hacerlo con todos los que le seguimos, porque sabemos que en Dios tenemos esperanza de una nueva vida en él.
Y aunque duele en el alma y en el corazón, he aprendido que todo es un proceso para llegar al éxito. Bendiciones y nos estamos leyendo en otra ocasión.
Por Samir Ospino